
Los componentes que tiene un PC pueden ser muy diferentes pese a que cumplen la misma función, como bien sabréis existen modelos de dispositivos de almacenamiento que logran ofrecer una velocidad más alta que los HDD y los SSD tradicionales, pero incluso estos tienen alguna que otra diferencia entre sí y es por ello que os vamos a comentar la más grande que podéis encontrar.
Desde hace unos años hemos visto cómo los dispositivos de almacenamiento que se utilizan en los ordenadores han cambiado bastante, todavía hay quienes prefieren continuar usando discos duros o SSD que tienen conectores SATA, pero no podemos negar que los modelos que utilizan una conexión PCIe se han convertido en un estándar en muchas configuraciones. Estos tienen una serie de características que los diferencian de los tradicionales, pero cabe destacar que no todos los que tienen el formato M.2 son iguales.

No todos los SSD M.2 son iguales y te explicamos por qué
A la hora de comprar un dispositivo de almacenamiento seguramente no tengáis ningún problema para conseguir un SSD M.2 que sea compatible con vuestro ordenador ya que en los últimos años se han estandarizado en gran medida para que un único formato pueda incorporarse en diversos sistemas. Ya sean ordenadores de sobremesa, modelos portátiles o consolas con estas mismas características los modelos M.2 cuentan con diversos tipos de factor forma y unas especificaciones generales que permiten que funcionen en muchos dispositivos distintos.
Pero hay modelos que pueden ser distintos y todo ello depende del protocolo de transferencia de datos que utilicen ya que dependiendo de cual sea no solo tendrán velocidades superiores o inferiores, sino que también cambiará la forma. Seguramente los protocolos que más conocéis en este tipo de unidades son SATA3 y NVMe ya que son los típicos que hay en el mercado, pero además de estos dos también existe uno adicional que solo se puede encontrar en los modelos más antiguos de Mac y que básicamente tiene un conector propio (como todo lo que hace Apple).

En este caso diferenciarlos es bastante importante ya que como bien hemos comentado hay varias características técnicas que tienen que ver con el tipo de protocolo que se utiliza, en este caso NVMe es el más rápido de los tres que hemos mencionado. Esto obviamente significa que no solo podéis diferenciarlos por la forma que tiene el conector o por el nombre, sino que también es sencillo conocer si pertenecen al protocolo estandarizado más actual por las velocidades que ofrecen.
Como bien podéis imaginar los modelos que incorporan SATA3 al utilizar la misma interfaz que los SSD tradicionales la velocidad que tienen obviamente son similares quedando muy por detrás, motivo por la mayoría de las compañías han dejado de fabricarlos así que son relativamente complicados de encontrar. En el caso de que aun así tengáis dudas sobre si el modelo que estáis escogiendo es el correcto siempre podéis mirar el conector como bien hemos indicado antes, los modelos SATA3 utilizan uno con dos muescas, los de NVMe utilizan solo una y los de Mac… seguramente ni podréis encontrarlos en tiendas.