SSD 512 GB vs 1 TB vs 2 TB ¿Cuánto almacenamiento necesito en mi PC?

Cuando vas a comprar una nueva unidad de almacenamiento, ya sea SSD, HDD, interna o externa, siempre surge la duda sobre la capacidad que necesitas. Esto varía mucho según cada caso, y el precio de una capacidad a otra puede significar una enorme diferencia, pero tampoco es menos importante el hecho de comprar una unidad que no es suficientemente grande o que vas a infrautilizar… ¡Aquí te ayudaremos! Índice de contenidos SSD de 512 GB: para usuarios básicos Un SSD de 512 GB es suficiente para: En este caso, con 512 GB puedes tener suficiente para la mayoría de los casos, con un precio asequible y velocidad suficiente para las tareas diarias. Si trabajas con contenido pesado, por ejemplo, bases de datos, eres un gamer empedernido y vas a instalar una inmensa biblioteca de videojuegos, o si vas a trabajar con bastantes máquinas virtuales a la vez, o tienes «síndrome de Diógenes digital», es decir, que almacenas todo lo que descargas, archivos que hiciste, etc., u olvidarte de tener una segunda unidad, el SSD de 2 TB o capacidades superiores es tu mejor opción. En este caso el precio será más elevado, ya que los SSD de estos tamaños son aún bastante caros, pero pueden ser la mejor alternativa y merecerá la pena pagar más. Eso sí, como mencioné antes, si muchos de los datos que manejas no los accedes de forma frecuente, puedes pensar en una unidad SSD más pequeña para instalar el sistema operativo y el software, y tener los archivos a los que más accedes para hacerlo a la mayor velocidad, y pensar en una segunda unidad para aquello en lo que no accedes tanto. Tal vez esta combinación podría ahorrar costes… Alternativas para ampliar el almacenamiento sin reemplazar el SSD Si en el futuro te quedas corto, hayas elegido la capacidad que hayas elegido, no necesitas reemplazar tu SSD actual si no quieres, ya que eso implicaría tener que volver a volcar los datos a la nueva unidad o tener que instalar el sistema y software en la nueva unidad. Puedes ampliarlo de varias formas:
Estos son los SSD con más TBW que puedes comprar para la mayor vida útil
El TBW es la magnitud usada para medir la cantidad de TeraBytes que podremos escribir en un SSD antes de que empiecen a salir los fallos. Sí, varía en función de la capacidad total de la unidad, por lo que las unidades con más TB, tendrán más TBW que aquellas de menor capacidad. Aquí no valoramos las velocidades, solo las unidades con el TBW más alto del mercado. Índice de contenidos Los SSD con más TBW que puedes comprar El TBW es una cifra orientativa, pero deberemos atender a otros aspectos importantes que hacen que un SSD sea recomendable o no. Hecha la advertencia, veamos las unidades que más TBW sacan. WD Red SN700, ideal para NAS Este es uno de los SSDs con más TBW que vas a encontrar, y no es casualidad que esté orientado para NAS porque es justo el entorno donde más se busca esto. Recordad que la gama WD Red está pensada para NAS, ya que Western Digital establece un sistema de colores para cada uso. Las unidades WD Red SN700 de 1 TB tienen una resistencia de 2000 TBW, siendo uno de los registros más altos de este recopilatorio. Su SSD de 2 TB tiene una resistencia de 2500 TBW y el de 4 TB unos 5100 TBW, números excelentes para un SSD M.2. Y eso que este SSD usa una interfaz PCIe 3.0, otorgándole unas velocidades de transferencia de 3400 MB/s en lectura y 3100 MB/s en escritura. ¿Quieres saber un dato curioso? A pesar de ser Western Digital un fabricante de memorias, usa las Kioxia BiCS4 96L TLC en todas las variantes, su DRAM es DDR4 y el controlador sí es marca de la casa. Transcend MTS220S No es la marca que tienes en mente para este post, pero el Transcend MTS220S es uno de los SSD con más TBW del mercado. Estos son sus datos: Es ridículo que los modelos de 256 y 512 GB tengan más TBW que la mayoría de SSDs PCIe 4.0 x4 del mercado porque se mueven entre los 500 y 800 TBW en las variantes de 1 TB. Por lo demás, es un SSD muy sencillo con interfaz PCIe 3.0, velocidades de transferencia de 3.500 MB/s en lectura y 2.500-3.000 MB/s en escritura (varía según la capacidad). Lleva caché DDR3 y el resto de especificaciones no son tan brillantes. Lexar NM790 Lexar suele relacionarse con una marca barata de almacenamiento, pero hacen productos realmente buenos, creedme. Este Lexar NM790 tiene unos TBW muy altos, además de otras cositas. Monta memorias TLC YMTC de 232 capas con controlador Maxio MAP1602, sin caché DRAM externa por tener HMB (Host Memory Buffer). Modelos como el TeamGroup MP44L o el Acer FA200 montan este controlador, así que no está mal. Sus velocidades de transferencia sí son más curiosas, con 7400 MB/s en lectura y unos 6500 MB/s en escritura secuencial. Es cierto que se ha detectado que Lexar no usa las mismas memorias YMTC en todos los modelos, lo que genera algo de desconfianza. Kingston FURY Renegade Kingston ya os va sonando más, ¡eh! Pues, este FURY Renegade es una fantástica opción para quien busque alto rendimiento y calidad. Los números que tiene son los siguientes: Vamos, lo ideal para un SSD que monta memorias Micron 176L TLC y un controlador Phison PS5018-E18. Ofrece 7.300 MB/s en lectura y unos 7.000 MB/s en escritura secuencial, lo que está muy bien porque usa la interfaz PCIe 4.0 x4 con el protocolo NVMe 1.4. Kingston FURY Renegade G5 Saltamos a la interfaz PCI-Express 5.0 x4 en SSD M.2, con velocidades de transferencia vertiginosas, ¡todo sea por los TBW! Rápidamente, damos con el Kingston FURY Renegade G5, una unidad que te da estos números: Número excelentes que son complementados por unas memorias KIOXIA BiCS8 TLC, una caché DDR4 y unas velocidades de transferencia de hasta 14.800 MB/s en lectura y 14.000 MB/s en escritura, una barbaridad. Su precio es realmente alto, sobretodo si optamos a la unidad de 2 TB, cuyo precio sobrepasa los 250 euros. Si tenéis el dinero y queréis disfrutar, adelante porque es un modelo con muchísimos TeraBytes escritos. Patriot Viper VP4300 Estamos de acuerdo en que Patriot no es la marca que esperabas ver aquí, pero su Viper VP4300 es uno de los SSD con más TBW que puedes comprar. Es una unidad que usa PCI-Express 4.0 x4 y el protocolo NVMe 1.4, equipando memorias Micron 96L TLC y un controlador InnoGrit IG5236. No es que sea el mejor controlador del mundo, pero para un uso estándar no está mal y es medianamente fiable. Hablamos de unas velocidades de transferencia de 7.400 MB/s en lectura y 6800 MB/s en escritura, nada mal para esta interfaz. Tiene una caché SLC híbrida bastante grande, un disipador que es muy bueno e, incluso, encriptación AES 256-bit integrada en hardware (esto es poco común). Su problema es su precio porque es una marca asociada a la calidad-precio, y este VP4300 cuesta sobre los 150 euros el modelo de 1 TB. ¿Debes comprar un SSD solo por sus TBW? Es una magnitud que permite hacerse una idea de qué durabilidad tiene tu SSD, pero, lo cierto es que casi nadie tiene un movimiento de datos tan grande en su SSD como para probar el TBW real. Por ejemplo, escribiendo 150 GB por semana, un SSD con un TBW de 300 duraría más de 40 años, lo que es una barbaridad. Sin embargo, hay 2 aspectos esenciales para lograr que un SSD no dé problemas: la calidad de las memorias y el controlador. Puede que el controlador de memoria te pueda dar problemas mucho antes de que completes el TBW cifrado por la marca para cierta unidad. Desde Profesional Review, somos muy estrictos con esto, especialmente cuando hay marcas que varían el hardware de un mismo modelo según la tirada. Western Digital o Samsung suelen usar sus propios controladores, quedando las demás marcas relegadas a Phison, InnoGrit, etc. Normalmente, Phison es una buena marca, aunque también ha tenido «sustos» en el pasado con ciertos controladores. ¿Todo esto te parece abrumador? Mira nuestras reviews sobre SSDs para ir sobreseguro porque somos muy críticos analizando. En resumen, no solo te fijes en si tu SSD tiene muchos TBW, también tienes que analizar si lleva caché, la calidad de las memorias (TLC, SLC, MLC, etc.) y el controlador que lleva. Como opinión personal, no me compraría el Transcend del listado, pero el resto sí me parecen modelos bastante fiables.
El NVMe Destroyinator es el destructor de datos más rápido del mercado: puede borrar hasta 16 discos NVMe a velocidades de hasta 64 GB/s

El NVMe Destroyinator es un dispositivo ideal para empresas con datos sensibles Hablar de manera positiva del borrado de datos no parece algo demasiado lógico. No obstante, hay empresas que deben borrar datos de manera continuada debido a su modelo de negocio. Para estos casos, el anuncio de 45Drives viene como caído del cielo. El dispositivo que ha anunciado es el sueño para cualquier profesional de la seguridad, ya que es capaz de borrar hasta 16 discos duros NVMe, SATA y SAS a la vez, alcanzando velocidades de hasta 64 GB/s. Además, la empresa asegura que «cada borrado es verificable, listo para auditorías y respaldado por certificados de borrado a prueba a manipulaciones». Según la descripción que hacen del dispositivo, el NVMe Destroyinator está diseñado «para desinfectar M.2, E1.S EDSFF, formatos de transmisión de 2,5 pulgadas 7 mm y 2,5 pulgadas de 15 mm». Por tanto, es una solución ideal para los centros de datos o servidores modernos. El sistema de borrado de datos de este dispositivo funciona como un sistema informático, específicamente preinstalado con Linux Mint y KillDisk. El resultado es que este dispositivo es capaz de borrar rápidamente unidades, o que le convierte en algo «totalmente compatible con HIPAA, NIST 800 88, el Departamento de Defensa de EEUU y otras normativas», donde también podría estar la europea o española. No se trata de un dispositivo pensado para el usuario tradicional. Especialmente, porque lo normal es que queramos preservar y no destruir los datos de nuestro PC. Sin embargo, es una solución ideal para empresas que tratan con millones de datos, o que deben tener cuidado con lo que recogen sus discos duros.
Adiós a la memoria RAM y al SSD: esta tecnología lo cambia todo y ya es real
Durante décadas, la informática ha vivivo «atrapada» en una dualidad: la memoria RAM es rápida pero volátil, y la memoria NAND es persistente, pero con fecha de caducidad y bastante más lenta que la RAM. Ahora, un nuevo avance científico e industrial promete derribar esta barrera: se trata de la UltraRAM, una tecnología que combina la velocidad de la RAM y que, según sus creadores, ofrece hasta 4.000 veces la durabilidad de la memoria NAND. El desarrollo llega de la mano de QuInAs Technology e IQE plc, dos compañías que han trabajado codo con codo durante años para hacer realidad la UltraRAM, trasladándola desde el concepto y las pruebas de laboratorio hasta su producción industrial, que va a comenzar dentro de poco. Un futuro donde velocidad y durabilidad se fusionan Según explica el white paper publicado por QuInAs en Wiley Advanced, la clave está en el uso de semiconductores como el antimonio de galio (GaSb) y antimonio de aluminio (AlSb) junto con una compleja estructura de resonancia cuántica que permite que cada celda funcione como un interruptor casi perfecto, con unos resultados que sobre el papel son increíbles: velocidades comparables a las de la memoria RAM actual, 4.000 veces la durabilidad de la memoria NAND y una retención de datos que podría llegar hasta 1.000 años sin degradación. Por si esto fuera poco, su consumo energético es incluso más bajo. Lo realmente llamativo de todo esto es que no hablamos de un prototipo probado en laboratorio, sino de un avance certificado para escalar hacia su producción en masa. Como señaló el CEO de IQE, Jutta Meier, se ha conseguido «un proceso epitaxial escalable para UltraRAM, un hito hacia la producción industrial de chips». Su socio, James Ashforth-Pook de QuInAs, fue más contundente diciendo que «este es el punto de inflexión que marca la transición desde la investigación universitaria hasta productos reales de memoria». Las implicaciones de este avance son muy profundas, ya que en teoría la UltraRAM podría llegar a sustituir tanto a la DRAM usada en memorias RAM como a la NAND usada en SSDs, eliminando la necesidad de tener dos tipos de memoria en el sistema. Esto supondría hitos como arranque instantáneo en ordenadores y móviles, servidores que consumen mucha menos energía y dispositivos que conservan los datos incluso pasados varios siglos. Para los usuarios de a pie como nosotros, esto supondría mucha más rapidez en cualquier dispositivo y menos tiempos de espera, y para la industria, una reducción significativa de costes y consumo energético. Característica UltraRAM (Datos de estudio) DRAM (Estándar) NAND Flash (TLC/QLC) Tipo No Volátil Volátil No Volátil Velocidad (Latencia) ~15 ns 10-15 ns 50-100 µs (microsegundos) Durabilidad (Ciclos) 10^9 (mil millones) Prácticamente ilimitada ~3.000 – 10.000 Retención de Datos +1.000 años Milisegundos (requiere refresco) ~10 años Consumo Energético 100x menor que DRAM Alto (por refresco constante) Bajo en reposo, alto en escritura Sin embargo, tampoco podemos cantar victoria todavía: la transición hacia una tecnología de este calibre no depende solo de la ciencia y de que ya exista per se, sino también de factores como los costes de fabricación, la compatibilidad con arquitecturas existentes, los estándares de la industria y, por supuesto, la mayor barrera: la voluntad de los grandes fabricantes de adoptar la tecnología. Desde luego, la UltraRAM podría ser tan revolucionaria como lo fue la NAND Flash en su día, pero todavía queda un largo camino para poder comprobar si cumple con las expectativas fuera del laboratorio. Lo que sí está claro es que, por primera vez desde hace lustros, estamos ante una alternativa real que amenaza con rediseñar desde cero el ecosistema de la memoria.
¿Tu PC va lento? Tu SSD podría ser el culpable y así puedes comprobarlo

Cuando te compras un nuevo PC o cuando estrenas un nuevo SSD, el equipo siempre va volando. Sin embargo, con el tiempo puedes empezar a notar que su rendimiento o desempeño ya no es el que era o incluso que te da problemas, y llegado ese momento deberías preguntarte si va todo bien. En este artículo te contamos cómo comprobar que el SSD está en buenas condiciones, y cuáles son los síntomas a los que deberías de estar atento. Muchos de los fabricantes de SSD cuentan con sus propias herramientas de monitorización y diagnóstico; por ejemplo, Samsung Magician de Samsung, Storage Executive de Crucial, SanDisk Dashboard de SanDisk o Kingston SSD Manager de Kingston. Sin embargo, hay una herramienta que bajo nuestro punto de vista es mucho mejor porque ni siquiera requiere que la instales, es muy ligera y además gratuita: CrystalDisk Info. Como saber si tu SSD está dando problemas con CrystalDisk Info CrystalDisk Info es una herramienta gratuita que puedes descargar de su página web y, de hecho, si descargas la versión «Portable» no necesitarás ni siquiera instalarla. Consideramos que es de las mejores porque es universal, detectará los parámetros de tu SSD sea de la marca que sea y, de hecho, por experiencia propia podemos decirles que saca toda la información incluso de dispositivos chinos de dudosa procedencia y hasta de pen drives. Ya de entrada, en la página principal muestra dos parámetros muy visuales y que te ayudarán a saber de un vistazo si el SSD está en buenas condiciones: Otro dato que puedes ver casi a simple vista es el de «Nº de escrituras al host». Como seguramente ya sepas, los SSD tienen un número de escrituras limitado y cuanto mayor sea este número, menos esperanza de vida le queda. En nuestra captura dice que hemos escrito aproximadamente 7,4 TB en el SSD, y habría que ir a la web del fabricante para encontrar el dato que nos haría falta para hacernos una idea: los TBW. En nuestro caso, la unidad tiene 1.400 TBW de esperanza de vida, así que todavía nos queda muchísima vida por delante. Síntomas que requieren tu intervención inmediata Monitorizar y reconocer los síntomas que hacen que un SSD pueda dar problemas es algo crucial para evitar catástrofes que conlleven pérdida de datos, y por este motivo nosotros te recomendaríamos echarle un vistazo al estado del SSD con CrystalDisk Info o similar al menos una vez al mes. Dicho esto, a continuación hemos elaborado una tabla con los síntomas, lo que significan y lo que deberías hacer en cada caso. Síntoma Qué buscar Qué significa Sectores reasignados Cualquier valor superior a cero Indica celdas de memoria desgastadas y fallo inminente Degradación del rendimiento Arranque más lento, bloqueos, transferencias de archivos lentas Señala errores subyacentes del SSD o bloques defectuosos Corrupción de datos Errores de «El sistema de archivos necesita reparación» o archivos que faltan Apunta a sectores defectuosos en desarrollo Temperaturas críticas Picos por encima de 70 °C o temperaturas en reposo superiores a 50 °C Provoca limitación térmica y acelera el desgaste Porcentaje de salud inferior al 50% – Indica aproximadamente la mitad de la resistencia consumida. El SSD está a mitad de su vida útil. Uno de los mayores indicadores de que un SSD está empezando a dar problemas es el de sectores reasignados, ya que al contrario de lo que sucede con los discos duros mecánicos tradicionales, cuando esto empieza a suceder en un SSD su declive es casi exponencial, y significa que de un momento a otro fallará definitivamente. Para verlo, simplemente haz clic sobre ese rectángulo azul que muestra el estado de salud. Si como en la captura que hemos colocado arriba no sale nada es que todo está correcto y no hay de qué preocuparse, pero en cuanto empiezan a aparecer ahí cifras… entonces sí deberías preocuparte y, honestamente, nuestra recomendación es que vayas haciendo copia de seguridad de tus datos y comprando un nuevo SSD. El contador de «Sectores Reasignados» es el indicador más crítico de la salud física de un SSD. Para entender su gravedad, debemos saber cómo funciona: Por tanto, no es solo un aviso; es la crónica de una muerte anunciada para la unidad.
La influencia del firmware en el rendimiento de SSDs

Si queremos que nuestro ordenador funcione como el primer día, no solo debemos preocuparnos de instalar todas las actualizaciones del sistema operativo y limpiar su interior periódicamente. Además, también debemos comprobar, periódicamente, si alguno de los componentes de nuestro PC tiene una nueva actualización del firmware. Cuando hablamos del firmware de un dispositivo, hablamos del software que gestionar su funcionamiento y compatibilidad. Las placas base, deben actualizar el firmware cuando se lanzan nuevos procesadores compatibles con el zócalo que utilicen, ya que, de lo contrario, nunca podrán hacerlo funcionar. En las tarjetas gráficas, una actualización del firmware permite solucionar problemas de compatibilidad o funcionamiento que se han detectado a posteriori. Las actualizaciones de firmware de una gráfica no tienen nada que ver con los drivers que debemos instalar para sacarle el máximo partido. Ventajas de actualizar el firmware de SSD En el caso de los SSD, tanto si es SATA como PCIe, muchos son los motivos por los que debemos preocuparnos de instalar las actualizaciones de firmware que lance el fabricante. La única desventaja que podemos encontrar a la hora de actualizar el firmware de un SSD es que, durante el proceso nos quedamos sin luz y la instalación se quede a la mitad, ya que este puede quedar completamente inutilizado al corromperse el firmware que lo gestiona o si no utilizamos las herramientas oficiales del fabricante. Cómo actualizar el firmware de un SSD La mejor forma de comprobar si el SSD tiene pendiente de recibir una nueva actualización es utilizando la herramienta oficial del fabricante, herramienta que se encargará de realizar la descarga y posterior actualización de forma segura. Si vas a actualizar el firmware de tu portátil, no te olvides de tenerlo conectado a la corriente. Si se trata de un SSD de Samsung, la aplicación que necesitamos es Samsung Magician, si es de SanDisk necesitamos la herramienta SanDisk SSD Toolkit, si es Crucial la aplicación que necesitamos es Crucial Storage Excecutive mientras que si es de Corsair utilizamos la herramienta Corsair SSD Toolbox. Únicamente debemos descargar estas aplicaciones desde la página web del fabricante.
Qué es la vida útil de un SSD y cómo saber si está fallando

Una de las partes más importantes de cualquier PC, quizás la más importantes de todas, es la unidad de almacenamiento. La unidad de almacenamiento en la que se encarga de almacenar el sistema operativo y de guardar todos los archivos que creemos o copiemos. ndice Si la unidad de almacenamiento deja de funcionar, ya sea un SSD o un HDD, podemos tener un serio problema si hacemos copias de seguridad periódicas, ya que, recuperar los datos si este deja de funcionar, no siempre es posible. Debido a la importancia de la unidad de almacenamiento especialmente la de los SSD por su amplio uso en la actualidad, es importante saber cuánto duran, reconocer los síntomas que indican un posible fallo y como alargar su vida útil, no sin antes saber cómo funciona. Cómo funciona un SSD Si hablamos de un HDD, hablamos de un disco físico donde se escribe la información a través de un cabezal. Su funcionamiento es similar al de un tocadiscos para que nos hagamos una idea, aunque este solo se mueve en completando círculos hacia adentro y no en todas direcciones como el cabezal de un SSD. Las unidades SSD utilizan chips de memoria flash NAND, de ahí que ofrezcan mayores velocidades de lectura y escritura en comparación con los discos mecánicos de los HDD. Los SSD comienzan a degradarse cuando se acercan a su límite de ciclos de escritura y borrado a diferencia de las unidades HDD que permite sobrescribir datos de forma indefinida. El proceso de escritura y borrado degrada la capa de óxido que aísla las celdas y atrapa los electrones, volviéndose menos fiables a la hora de retener la carga en forma de datos. Conforme se acerca el fin de su vida útil, las celdas se vuelven inestables y presentan una serie de síntomas de los hablaremos más adelante. Cuál es la vida útil de un SSD Como hemos comentado en el apartado anterior, las unidades SSD miden su longevidad en base a un límite de ciclos de escritura y borrado de sus celdas. A nivel doméstico, que es el que nos interesa, este valor se mide en TBW, el acrónimo de Terabytes Written (Terabytes Escritos). Si hablamos de TBW hablamos de la cantidad total de terabytes que el fabricante garantiza que la unidad SSD es capaz de escribir durante su vida útil antes de que presente problemas de funcionamiento debido al desgaste de las celdas, como hemos comentado en el apartado anterior y que afecta a la integridad de los datos almacenados. Podemos traducir el valor TBW en años utilizando la siguiente fórmula: TBW x 1024 / GB escritos día x 365 Si tenemos un SSD con 600 TBW y escribimos de media 25 GB al día (un uso muy elevado y muy poco probable), el resultado de la fórmula nos muestra que el SSD tendría una vida útil de 67,3 años. Este valor es el principal indicativo de la durabilidad de un SSD y es lo primeo que debemos mirar en las especificaciones antes de decidirnos por uno u otro modelo, teniendo en cuenta que una mayor durabilidad significa menor capacidad. Afortunadamente, incluso con las unidades TLC y QLC, que ofrece una menor durabilidad, en condiciones normales de uso es prácticamente imposible superar el TBW especificado por el fabricante ya que la vida útil supera la del equipo donde se encuentra instalado. ¿De qué depende su vida útil? La vida útil de un SSD depende básicamente de dos características: tipo de memoria Flash NAND y del controlador SSD. Tipos de memoria Flash Para ofrecer una mayor durabilidad en los SSD, los fabricantes utilizan diferentes tecnologías: SLC, MLC, TLC y QLC que representan una relación de densidad de almacenamiento y resistencia. Tipo de Memoria Bits por Celda Ciclos P/E (Escritura/Borrado) Durabilidad Relativa Coste/Densidad Uso Típico SLC (Single-Level Cell) 1 50.000 – 100.000 Máxima Muy Alto Servidores, entornos industriales MLC (Multi-Level Cell) 2 3.000 – 5.000 Alta Alto Workstations, SSDs de gama alta TLC (Triple-Level Cell) 3 500 – 1.000 Estándar Moderado Consumo general, gaming QLC (Quad-Level Cell) 4 100 – 300 Baja Bajo Almacenamiento masivo, SSDs económicos Controlador SSD Si hablamos del controlador de un SSD, hablamos del cerebro del dispositivo, el último responsable de realizar las tareas de escritura, lectura y borrado, dirigiendo las instrucciones del sistema operativo en la memoria. Síntomas de que un SSD podría estar fallando Cuando las celdas de memoria Flash NAND están cerca de cumplir si ciclo de vida útil, esta presente una serie de errores que nos permiten identificar si ha llegado el momento de comprar una nueva unidad. Bajada de rendimiento Cuando comprobamos que la unidad tarda mucho más tiempo en guardar documentos o copiarlos, o si el equipo tarda más de lo normal en iniciarse, nos encontramos con el síntoma más habitual de que un SSD está fallando. Esto se debe a que el controlador debe trabajar de forma más intensa para mover constantemente desde las celdas desgastadas hacia los bloques de reserva para evitar que se pierda el contenido almacenado, provocando una drástica caída en el rendimiento, tanto de la velocidad de lectura como de escritura. Modo solo lectura Si el controlador de un SSD detecta que los bloques de reserva se han agotado o que las operaciones de escritura y borrado se han agotado, activa un modo de protección para evitar la pérdida de los datos almacenados para que el usuario pueda acceder y recuperar la información. El equipo no reconoce la unidad Este es el peor error que nos puede pasar ya que la unidad ha dejado completamente de funcionar por un error del controlador o del firmware principalmente. Si esto sucede, el equipo no será capaz de detectar la unidad a través de la BIOS y mucho menos a través del sistema operativo. Archivos dañados o inaccesibles Otro síntoma inequívoco de que el SSD está llegando a su ciclo de vida útil es cuando los archivos almacenados se encuentran dañados o están inaccesibles debido a estos datos están almacenados en celdas degradadas por el uso.
El misterio de los SSD que fallan en Windows se resuelve: Phison era el culpable

En las últimas semanas hemos vivido uno de esos culebrones en la industria del hardware que terminan alargándose cual sombra al atardecer, pero que en esta ocasión han llegado pronto a una conclusión clara y final. Resulta que, tras una actualización de Windows 11, varios modelos de SSD con controladora Phison comenzaron a fallar, desapareciendo del sistema como si no estuvieran ahí. Inicialmente se le echó la culpa a Microsoft, y de hecho Phison presentó pruebas para quitarse la culpa de encima diciendo que sus SSD estaban bien. Pero al final se ha demostrado que era más bien al contrario: el culpable de todos los problemas era Phison… o más bien los usuarios. Os lo contamos todo en seguida. El problema era el siguiente: tras una actualización de Windows 11 (build 26100.4946), algunos SSD comenzaron a fallar. El fallo estribaba en que, tras realizar copia intensiva de archivos de gran tamaño, el SSD directamente desaparecía, dejaba de ser detectado por el PC. Esto mismo fue reproducido sin cortes por el YouTuber especialista en hardware JayzTwoCents. Son muchos los SSD que utilizan controladora Phison (Corsair Force MP600, SanDisk Extreme Pro, Kioxia Exceria Plus G4, Sabrent Rocket 4 Plus, Kingston NV2 y muchos más) así que el problema parecía bastante grave ya de inicio. Como decíamos, inicialmente se le echó la culpa a Microsoft, algo normal porque el problema vino tras actualizar Windows 11, y como también hemos mencionado Phison intentó echar la pelota a otro tejado mostrando una prueba intensa de 4.500 horas con sus SSD que no dio ningún fallo. Pero claro, ni siquiera Phison fue consciente de que el problema estaba más en la raíz de su controladora, algo que como siempre han terminado descubriendo los usuarios. El problema es un firmware desactualizado en la controladora del SSD Ha sido en el grupo de Facebook dedicado al hardware llamado PCDYI donde, a base de prueba y error, dieron con el problema. La administradora del grupo, Rose Lee, afirmó que el problema fue verificado por los ingenieros de Phison, quienes confirmaron finalmente que solo las unidades que utilizaban un firmware previo al lanzamiento del dispositivo presentaban el problema. Dicho de otra manera: el fallo lo presentaban unidades que tenían un firmware antiguo y obsoleto, según palabras de los ingenieros de Phison «de pre lanzamiento». Ahora la cuestión es si hay que pedirle responsabilidades a Phison por poner en el mercado unidades de SSD con un firmware «de pre lanzamiento», que no deberían tener. Phison envió y vendió controladoras con un firmware desactualizado de entrada, y esto no puede ser. Por otro lado, esto nos recuerda una cuestión importante: cuando compras un nuevo PC o un nuevo SSD, es muy importante asegurarte de actualizar su firmware a la última versión disponible antes de comenzar a utilizarlo. Esto se puede hacer, generalmente, descargando el software que el fabricante del SSD pone a disposición desde su página web, como por ejemplo Corsair SSD Toolbox o Samsung Magician. Así pues, hemos llegado al final del culebrón y se ha resuelto el problema. Si tu SSD tiene controladora Phison, asegúrate de que tienes el firmware actualizado y deberías de dejar de tener problemas. Si ya los has tenido, la unidad todavía puede volver a funcionar como debe; como muestra JayzTwoCents en el vídeo que hemos colocado arriba, la unidad vuelve a funcionar si haces un apagado completo del PC (apagando desde la fuente de alimentación), así que volverás a tener la oportunidad de actualizar su firmware a pesar de ello y debería de dejar de dar problemas cuando lo hagas. Cómo actualizar el firmware de tu SSD Como decíamos, prácticamente todos los fabricantes tienen un software de monitorización, diagnóstico y actualización de sus SSD. Corsair tiene SSD Toolbox, Samsung tiene Magician, etc. Así que vamos a mostraros con un ejemplo cómo hacerlo. En nuestro caso, tenemos un SSD TeamGroup GE Pro (si no sabes qué SSD tienes exactamente, siempre puedes utilizar CrystalDisk Info para verlo), así que hay que ir a la web del fabricante, a la sección descargas, identificar tu producto y descargar el software correspondiente. En este caso, como TeamGroup no cuenta con un software específico que nos permita hacer actualizaciones de firmware, lo que descargamos es un archivo ZIP en el que se encuentra una aplicación y el manual de instrucciones. Así que lo único que tenemos que hacer es descomprimir el contenido de la carpeta y ejecutar la aplicación. Nos aparece una ventana en la que debemos seleccionar el SSD que queremos actualizar, y simplemente debemos pulsar sobre el botón «Run» y esperar a que el proceso termine. Cuando lo haga, reiniciamos el PC y listo, ya está el SSD actualizado. Como ves, actualizar el firmware del SSD es muy sencillo y, realmente, te recomendaríamos hacerlo de vez en cuando incluso aunque tu SSD no esté afectado por este problema del que hablamos. En todo caso, reincidimos en el hecho de que es recomendable hacerlo al principio del todo, nada más adquirir la unidad, ya que hay veces que las actualizaciones de firmware en los SSD requieren borrar todos los datos de la unidad (no es frecuente pero puede pasar).
Samsung ya tiene su hoja de ruta para el CES 2026: memoria LPDDR6 y SSD de nueva generación
Samsung ya prepara su presencia en el CES 2026, donde mostrará algunos de los avances más importantes de su catálogo de memoria y almacenamiento. LPDDR6: más velocidad y eficiencia para una nueva generación de dispositivos El CES 2026 se celebrará en apenas un par de meses, y Samsung ya tiene claro con qué tratará de sorprender. Será con la llegada de LPDDR6, su nueva generación de memoria para dispositivos móviles y sistemas orientados a IA, y las unidades PM9E1 Gen5, SSD de formato compacto con velocidades que apuntan a la gama alta. La nueva LPDDR6 está fabricada en proceso de 12 nm y promete velocidades de hasta 10,7 Gbps, lo que supone una mejora notable frente a LPDDR5X. Además, Samsung asegura que el consumo se reducirá un 21%, algo especialmente relevante en smartphones, equipos ultraportátiles y dispositivos enfocados en IA. A medida que la IA, la computación perimetral y las plataformas móviles continúan evolucionando, la demanda de memoria más rápida, eficiente y segura está alcanzando nuevas alturas. LPDDR6 es una solución de memoria de próxima generación diseñada para satisfacer estas demandas. Basado en un proceso avanzado de 12 nm, LPDDR6 admite velocidades de datos ultrarrápidas de hasta 10,7 Gbps y cuenta con un recuento de E/S ampliado para maximizar el ancho de banda, ideal para aplicaciones móviles con uso intensivo de datos, computación perimetral y cargas de trabajo de IA. Un sistema dinámico de administración de energía ajusta de manera inteligente el consumo de energía por carga de trabajo, brindando aproximadamente un 21% más de eficiencia energética que su predecesor. LPDDR6 también introduce mecanismos de seguridad mejorados para salvaguardar la integridad de los datos, expandiendo su papel más allá de los dispositivos móviles a entornos de IA industriales y de misión crítica. Con su arquitectura escalable y multiplataforma y su diseño ecológico, LPDDR6 logra un poderoso equilibrio entre rendimiento, ahorro de energía y confiabilidad, lo que lo convierte en una solución de memoria esencial para los sistemas inteligentes del mañana. Vía Samsung En almacenamiento, Samsung presentará la PM9E1 Gen5, una SSD en formato M.2 22×42, mucho más compacta que las habituales 2280, pero sin renunciar al rendimiento. Hablamos de hasta 14,8 GB/s en lectura y 13,4 GB/s en escritura, cifras de gama entusiasta en una unidad diseñada para equipos pequeños. Además, podrá alcanzar hasta 4 TB de capacidad, algo poco habitual en este tamaño. La unidad utiliza el controlador interno Presto y memoria V8 TLC V-NAND, con soporte de seguridad SPDM 1.2, lo que apunta tanto a dispositivos de IA como a consolas portátiles, mini PCs y portátiles de alto rendimiento donde el espacio interno es limitado. Si Samsung realmente cumple estas cifras, el PM9E1 podría marcar un antes y un después en SSD compactas. Aunque no ha detallado fechas exactas de lanzamiento, el CES 2026 será el escenario donde Samsung muestre sus avances también en GDDR7 y otras soluciones de memoria orientadas al mercado de IA y gaming. Un evento que, visto lo visto, apunta a ser clave para entender el siguiente salto en hardware de consumo.
Cómo clonar tu disco a NVMe sin reinstalar Windows (paso a paso seguro)

Dar el salto a una unidad NVMe es una de esas mejoras que se notan desde el primer arranque: más velocidad, menos latencia y un sistema que responde al instante. Si ya tienes tu PC funcionando, lo lógico es querer migrarlo tal cual sin reinstalar Windows ni tus aplicaciones. La buena noticia es que puedes clonar tu disco a NVMe y arrancar como si nada.Y sin tener que reinstalar el sistema. En esta guía reunimos todo lo imprescindible para lograrlo con total seguridad: qué es NVMe y por qué importa, requisitos y preparativos, herramientas recomendadas y pasos precisos para clonar. Además, te dejamos trucos para evitar sustos y cómo configurar el arranque del nuevo disco en la BIOS/UEFI. NVMe en pocas palabras: por qué es tan rápido y cómo se conecta NVMe (NVM Express) es una especificación creada específicamente para SSD que usan PCI Express, con un objetivo claro: exprimir la paralelización y el ancho de banda del bus PCIe. A diferencia de los SSD tradicionales, NVMe admite colas de hasta 64.000 comandos, y el propio protocolo funciona con tan solo trece comandos bien optimizados para ser eficiente. Mientras que en unidades más antiguas se procesa una operación tras otra, NVMe permite trabajar con muchísimas operaciones en paralelo, lo que reduce cuellos de botella y latencias. El resultado se nota al abrir programas, mover archivos grandes o cargar juegos: todo va considerablemente más rápido. En cuanto a formatos, verás NVMe en M.2 (el más habitual en portátiles y sobremesa modernos), tarjetas PCIe y en U.2. U.2 es un factor de forma que utiliza exclusivamente el protocolo NVMe, pensado para chasis y entornos que necesitan unidades hot-swap o cables en lugar del módulo M.2. La conexión NVMe se realiza directamente sobre PCIe, por eso su rendimiento es tan alto frente a SATA. En resumen, conectividad, velocidad y eficiencia son el terreno natural de NVMe, y por eso es la opción ideal para tu disco del sistema. ¿Puedo clonar un NVMe a otro NVMe (o desde SATA a NVMe)? La respuesta corta es sí: puedes clonar un SSD NVMe a otro NVMe, y también migrar desde un HDD/SSD SATA a un NVMe. Mucha gente lo hace para ganar capacidad sin perder su instalación de Windows ni sus programas, o para acelerar un equipo que aún usa un disco mecánico. Windows no incluye una función de clonación de discos integrada, así que necesitarás software de terceros. La ventaja es que estas herramientas han pulido mucho el proceso: no hace falta reinstalar el sistema y, si haces las cosas bien, tus datos permanecen a salvo durante toda la migración. En esencia, clonar es copiar a nivel de disco o partición todo el contenido del origen al destino, de forma que el equipo arranque desde la nueva unidad como si siempre hubiera estado ahí. Este proceso funciona igual si pasas de HDD a NVMe, de SATA a NVMe o de NVMe a NVMe. Windows no incluye una función de clonación de discos integrada, así que necesitarás software de terceros. La ventaja es que estas herramientas han pulido mucho el proceso: no hace falta reinstalar el sistema y, si haces las cosas bien, tus datos permanecen a salvo durante toda la migración. En esencia, clonar es copiar a nivel de disco o partición todo el contenido del origen al destino, de forma que el equipo arranque desde la nueva unidad como si siempre hubiera estado ahí. Este proceso funciona igual si pasas de HDD a NVMe, de SATA a NVMe o de NVMe a NVMe. Herramientas de clonación recomendadas y qué ofrece cada una Existen muchas aplicaciones válidas, pero hay tres que destacan por su equilibrio entre facilidad, funciones y tasa de éxito: EaseUS Disk Copy, Wondershare UBackit y AOMEI Partition Assistant Professional. EaseUS Disk Copy EaseUS Disk Copy destaca por una interfaz clara y muy directa. Aunque Windows no traiga clonador nativo, con esta herramienta podrás replicar tu disco sin reinstalar nada. El flujo es sencillo: eliges modo de clonación (p. ej., Modo de disco), seleccionas el disco de origen, el destino y eliges cómo quieres distribuir las particiones en el nuevo NVMe. Herramientas de clonación recomendadas y qué ofrece cada una Existen muchas aplicaciones válidas, pero hay tres que destacan por su equilibrio entre facilidad, funciones y tasa de éxito: EaseUS Disk Copy, Wondershare UBackit y AOMEI Partition Assistant Professional. EaseUS Disk Copy EaseUS Disk Copy destaca por una interfaz clara y muy directa. Aunque Windows no traiga clonador nativo, con esta herramienta podrás replicar tu disco sin reinstalar nada. El flujo es sencillo: eliges modo de clonación (p. ej., Modo de disco), seleccionas el disco de origen, el destino y eliges cómo quieres distribuir las particiones en el nuevo NVMe. AOMEI Partition Assistant Professional AOMEI Partition Assistant Professional es más que un gestor de particiones; incluye un clonador de discos robusto que funciona muy bien entre unidades NVMe (y con otras combinaciones). Es compatible con distintas marcas (Samsung, Intel, WD y más) y permite migrar solo el sistema cuando no quieres copiar datos secundarios. Su asistente de clonación te deja escoger entre “Clonar el disco rápidamente” (copia solo el espacio usado, ideal para pasar a un NVMe más pequeño siempre que quepa) o “Clonar sector por sector” (copia todos los sectores, incluso los no usados). Al preparar el destino, suele convenir inicializar el nuevo NVMe como GPT para mantener la compatibilidad con UEFI. Un detalle útil en su flujo es la opción “Optimizar el rendimiento para SSD”, pensada para que la alineación y ajustes propios de SSD queden aplicados. Si trabajas con Windows Server, existe una edición específica: AOMEI Partition Assistant Server para entornos profesionales. Guías paso a paso para clonar tu disco a NVMe Vamos con lo importante: cómo ejecutar la clonación con cada herramienta. Elige la que más se ajuste a tu escenario y nivel de comodidad. Clonar NVMe a NVMe con EaseUS Disk Copy Al finalizar, apaga el PC y retira el disco antiguo o ajusta el orden de arranque para que el sistema inicie desde el NVMe clonado. Si todo fue bien, verás tu Windows y tus programas tal cual, pero con el plus de rendimiento. Clonar SATA (HDD/SSD) a NVMe con Wondershare UBackit Si te basta con un uso puntual, la prueba